Once meses después de la DANA que arrasó buena parte de l´Horta Sud y dejó 229 muertos, vecinos, colectivos sociales y asociaciones de víctimas convocan una nueva manifestación que volverá a poner el foco en la gestión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
A las seis de la tarde, dos columnas partirán desde lugares cargados de simbolismo. Una saldrá de la residencia Savia de Paiporta, donde seis ancianos murieron atrapados por las aguas. La otra arrancará en La Rambleta, centro cultural convertido en epicentro de la solidaridad durante las primeras horas del desastre. Ambas confluirán en el Puente de la Solidaridad, sobre el viejo cauce del Turia, donde se espera un encuentro masivo.
“No se nos puede olvidar lo que pasó”
María Torres, hija de una de las fallecidas en Paiporta, asegura que seguirá en la calle “las veces que haga falta”. “No se nos puede olvidar lo que pasó. No solo perdimos a nuestros familiares, es que nadie nos dio explicaciones claras. Queremos responsabilidades políticas, no solo homenajes”, cuenta emocionada.
Desde La Rambleta, asociaciones vecinales ya preparan pancartas y actos culturales para acompañar la marcha. “Fue aquí donde la gente trajo ropa, comida, colchones… Nos organizamos sin que nadie nos lo pidiera. La ciudadanía estuvo a la altura, pero las instituciones fallaron”, recuerda Javier Ruiz, presidente de la asociación del barrio.
Una cita que se repite cada mes
Será la undécima protesta desde aquel octubre. En cada ocasión, los organizadores insisten en lo mismo: Mazón debe dimitir por lo que consideran “una gestión deficiente, tardía y sin sensibilidad hacia las víctimas”. Critican la falta de previsión, la escasa coordinación institucional y la lentitud en las ayudas a los damnificados.
La investigación judicial mantiene vivo el debate. La jueza que instruye el caso de la DANA ha pedido nuevos informes sobre las muertes en residencias y ha citado como testigo a la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero. Cada avance en los tribunales añade tensión política y alimenta la indignación social.
Agenda de movilización
La manifestación del 28 de septiembre servirá de antesala al primer aniversario de la tragedia. Ya se ha anunciado una gran marcha el 25 de octubre y un funeral de Estado el día 29. Los colectivos de víctimas esperan que esas fechas marquen un punto de inflexión: “Queremos memoria, justicia y que se tomen medidas reales para que algo así no vuelva a ocurrir”, resume Carmen Lloret, portavoz de la Plataforma DANA.
La presión no cesa
Mientras tanto, el Consell insiste en que ha desplegado planes de reconstrucción y ayudas económicas, aunque en la calle muchos consideran que llegan tarde y mal. “La política va a otro ritmo. Nosotros seguimos sin casa”, lamenta Antonio Ferrer, vecino de Benimàmet que perdió todo durante las inundaciones.
Y a este problema básico también hay que sumar, como denuncian los comités locales de emergencia y reconstrucción (CLER) de municipios afectados, los relativos al acúmulo de lodos tóxicos en los bajos y cimientos de muchos edificios, la contaminación de acuíferos y de los desagües de las casas, lo que supone y puede llegar a provocar una verdadera crisis de salud pública; la falta de pago de las ayudas y subvenciones concedidas a muchos vecinos y vecinas; la segregación de ciertos barrios y zonas urbanísticas de los planes iniciados para la rehabilitación (Torrent), etc.
El Puente de la Solidaridad se prepara así para ser, una vez más, escenario del encuentro entre memoria y exigencias insatisfechas. Porque más allá de las responsabilidades por lo sucedido, políticas y penales, comienza a calar el mensaje de que no podrá haber reconstrucción sin contar con la participación directa de la población afectada y de sus organizaciones, especialmente los comités locales de emergencia y reconstrucción, sin duda imprescindibles ante futuros desastres climáticos como los que ya se predicen.