Construyendo un nuevo modelo de partido de izquierda en Reino Unido.

Ilustración original del artículo

Max Shanly. Medium.com

La izquierda británica se encuentra en una encrucijada.

O seguimos como estamos, divididos, discutiendo en cámaras de eco y grupos de WhatsApp, más preocupados por sumar puntos unos contra otros en las redes sociales que por enfrentarnos al capital, o crecemos y nos organizamos.

Eso significa construir algo real y tangible. No se trata de otro vehículo vaciado para arribistas, o de un grupo de expertos con hojas de cálculo y una lista de correo, sino de un partido genuinamente democrático y socialista, diferente a todo lo que se ha visto anteriormente en nuestras costas.

Un partido forjado en el fuego de la lucha. Una organización que une a los socialistas de todas las tendencias: desde el ala más a la izquierda de la socialdemocracia, hasta los socialistas revolucionarios, unidos no por la rigidez doctrinal, sino por un compromiso compartido e inmutable con la causa de la autoemancipación de la clase obrera.

Un partido para todos los partidarios de la clase trabajadora: sindicalistas de base, organizadores comunitarios, antifascistas, activistas contra la guerra, activistas climáticos y aquellos extraídos de los muchos movimientos que han surgido en los últimos años y décadas, todos unidos por un deseo colectivo no solo de protestar contra el sistema capitalista, o intentar gestionar o mitigar sus excesos. sino organizarse para superarlo.

Un partido socialista de masas, disciplinado, unitario, radicalmente democrático y multi tendencial, dirigido desde abajo, que se comprometa inequívocamente a cavar trincheras en la sociedad y a situarse en el centro de la vida de la clase trabajadora. Un partido dirigido por la clase obrera y construido a su imagen y semejanza, preparando a la clase obrera —y a nosotros mismos— para una lucha nacional por el poder y una victoria decisiva en la batalla por la democracia, como parte de un creciente movimiento internacional comprometido con la lucha mundial para colocar a la sociedad bajo el dominio democrático de la clase obrera.

Un partido a la altura de las demandas de la lucha: militante en la acción, disciplinado en la forma y democrático en la práctica y los principios.

Un partido informado no por vibraciones o sentimientos, las distracciones de los asuntos parlamentarios o una agenda establecida por los partidos capitalistas y sus aliados en la prensa, sino un partido de la clase trabajadora, independiente de todos los demás, uno que se presenta a las elecciones, pero no es definido por ellas, un partido firmemente arraigado en la realidad material, basado en las lecciones de generaciones de luchas de clases que han pasado. junto con los que vendrán, y reforzadas ideológicamente por la imaginación socialista.

No se trata de una fantasía utópica. Es la necesidad política de nuestro tiempo.

En este documento se establece un proyecto de marco para la fundación de ese partido. No se trata de un proyecto fijo, ni de la declaración de una intención de fundar algo unilateralmente. Más bien, se trata de una estrategia de construcción colectiva, democrática en contenido y forma, abierta a la enmienda y orientada hacia la organización de clase, la unidad a través de la lucha y nuestra diversidad política, y hacia la conquista democrática del poder.

No es una última palabra, sino un primer paso.

I. Construir los cimientos antes de la casa

No se declara la existencia de una fiesta. Lo construyes, y lo construyes para que dure. No solo para una sola campaña electoral, o una década centrada por completo en preocupaciones a corto plazo, sino en algo que puede -y debe- existir durante generaciones, mucho después de que sus fundadores estén muertos y enterrados.

Antes de que se pueda fundar el partido, la izquierda debe organizarse para fundarlo, abierta, pública y democráticamente.

Una conferencia fundacional, realizada en persona, durante un fin de semana completo, y estructurada como un evento político de trabajo, no como una celebración o mitin, diseñada deliberadamente para establecer la base política, estructural y organizativa del partido, con la participación de todos los partidarios de la clase trabajadora, una reunión de aquellos preparados para construir, no para posicionarse.

Debería haber una invitación abierta a todo el movimiento: a los sindicalistas de base, a los organizadores comunitarios, a los activistas de los movimientos sociales, a los antiimperialistas, a los antifascistas y a los socialistas /anticapitalistas de todas las tendencias, tanto reformistas como revolucionarios.

Se debe establecer un comité organizador de no más de quince personas, compuesto amplia y representativamente de todo el movimiento, para coordinar los preparativos. Al anunciar la conferencia fundacional, este comité publicará un borrador completo de la constitución y las reglas permanentes para la discusión, crítica y enmienda públicas abiertas, junto con las reglas de procedimiento que rigen la conferencia de acuerdo con esos borradores.

Para salvaguardar la integridad democrática del proceso fundacional, todos los miembros del comité organizador deben abstenerse de presentarse a cargos electos dentro de la dirección nacional interina que se elegirá en la conferencia fundacional.

Además, deben hacer una declaración clara y de acceso público en la que se comprometan a no respaldar a ningún candidato a la dirección antes o durante la conferencia. Esta medida evita los sesgos estructurales y los conflictos de intereses, garantizando unas elecciones justas y abiertas libres de influencias indebidas por parte de los organizadores.

Las reglas claras para la participación, el debate y la votación se publicarán por adelantado, en el momento del anuncio de la conferencia, junto con (a más tardar un mes antes de la conferencia) una agenda provisional que se modificará y adoptará al comienzo de la conferencia.

Todas las decisiones importantes, incluido el nombre del partido, la estructura, los principios, las reglas, las prioridades y una plataforma política provisional, serán tomadas democráticamente por los asistentes a la conferencia, en función de las presentaciones y propuestas (incluidas las enmiendas) desde abajo, con un período de corte de no más de un mes antes de la conferencia. Ningún comité cerrado o liderazgo autoproclamado impondrá decisiones; toda la autoridad recae en los presentes.

II. Establecer la piedra angular

Todos los asistentes registrados tendrán derecho a presentar mociones políticas y organizativas junto con enmiendas al proyecto de constitución y reglamento, la agenda provisional de la conferencia y esas mociones mismas, antes de la conferencia, siempre que las propuestas demuestren un apoyo claro, por ejemplo, al menos cincuenta cosignatarios entre otros asistentes registrados, para garantizar contribuciones colectivas fundamentadas.

Se alentará activamente a los asistentes, antes de la conferencia, a formar facciones, tendencias y plataformas públicas en torno a ideas, estrategias y propuestas específicas.

Un sitio web central publicará propuestas, borradores de documentos y materiales de discusión, cada uno con espacio para argumentos a favor y en contra. Se creará un foro en línea permanente y bien moderado para el debate abierto y constructivo, la discusión y la modificación informal y ascendente de las propuestas.

Estos deben discutirse en su totalidad y, si es necesario, aclararse o combinarse, en la propia conferencia según la voluntad democrática de los asistentes. Antes de tomar una decisión, se debe proporcionar un breve resumen de los principales argumentos a favor y en contra de cada propuesta, asegurando que se escuchen y comprendan todas las perspectivas.

El comité organizador debería proponer que se forme una comisión de programa para redactar el programa político del partido, una declaración completa de objetivos, principios y estrategia socialista a largo plazo, no un mero manifiesto electoral.

Todos los asistentes tienen la oportunidad de expresar sus puntos de vista y argumentos sobre el tema en cuestión de manera respetuosa y ordenada. El asunto se resuelve mediante votación democrática de todos los asistentes presentes. El resultado de la votación es vinculante y debe ser respetado y aceptado por todos los participantes, aunque conservan el derecho a disentir libremente y a abogar por una posición alternativa, tanto interna como externamente, pero se espera que trabajen junto con otros para lograr el resultado de la aplicación práctica de la votación.

Los resultados de todas las votaciones y el razonamiento detrás de las decisiones clave se registran en las actas para mayor transparencia y referencia futura, y se distribuyen a lo largo de la cadena estructural del partido.

La conferencia elegirá un comité nacional colectivo provisional que utilizará representación proporcional, con el método que decidirán los asistentes y consagrará en la constitución. Este comité, a su vez, elegirá un comité permanente y proporcionará todo el liderazgo político y estratégico nacional hasta la primera conferencia anual. Debe haber canales abiertos para la opinión de los miembros, reuniones periódicas de la rama, informes transparentes sobre el liderazgo y se mantendrán mecanismos de destitución, reconociendo que el liderazgo efectivo es una calle de doble sentido.

El liderazgo debe responder a los miembros, no solo en la retórica, sino también en la estructura.

Eso significa establecer mecanismos claros y aplicables mediante los cuales los miembros, a través de sus ramas locales y organismos elegidos a nivel nacional, puedan hacer que sus líderes rindan cuentas directamente.

Cualquier miembro de la dirección nacional interina o permanente debe ser objeto de revocación. El derecho a la destitución no es un arma de intriga entre facciones, es una garantía de responsabilidad política. Existe para mantener al partido arraigado en su estructura, no flotando sobre ella.

Nadie, por muy experimentado o políticamente capaz que sea, tiene derecho a su puesto. Todo liderazgo es temporal, condicional y responsable.

III. Hacer crecer la organización, construir el movimiento

Después de la conferencia fundacional, el partido se lanzará informalmente, pero públicamente, y la membresía se abrirá a todos los que estén de acuerdo con la constitución y los principios adoptados, y acepten (no estén de acuerdo con) la declaración política provisional como el documento rector del trabajo del partido.

El comité interino nombrará a un director nacional para supervisar las operaciones diarias, la administración y la coordinación, y para contratar personal según se le indique. Se trata de una función estrictamente administrativa: implementar las decisiones del comité, gestionar la logística, las comunicaciones y la infraestructura del partido.

El director nacional no establece la política o la estrategia, es responsable ante el liderazgo nacional elegido y, a través de él, ante los miembros, y debe presentar un informe sobre el personal y la administración en la conferencia anual, sujeto a la aprobación o censura de los delegados. Como cuestión de política organizacional, se deben implementar las siguientes salvaguardas:

  1. El personal, incluido el director nacional, tiene prohibido constitucionalmente participar o influir en la toma de decisiones políticas o la estrategia
    más allá de sus derechos como miembros ordinarios del partido.
  2. Todos los nombramientos del personal y las prácticas de empleo son transparentes, se basan en el mérito y son supervisados por el liderazgo elegido.
  3. El personal tiene explícitamente prohibido organizarse como un bloque o facción política, y esta prohibición está consagrada en los contratos del personal y en las reglas del partido.
  4. Al mismo tiempo, se alienta activamente al personal a afiliarse a un sindicato para proteger sus derechos laborales y promover buenas normas en el lugar de trabajo.
  5. El personal debe ser entrenado e inducido regularmente en el ethos democrático del partido y en la importancia de la neutralidad en las funciones administrativas, con un fuerte énfasis cultural en que el personal ocupe roles de servicio, apoyando las decisiones democráticas de los miembros y el liderazgo, no promoviendo sus propias agendas personales o de facción.
  6. Que se fomente activamente la comunicación abierta y la interacción entre el personal, el liderazgo y los miembros para evitar la formación de redes insulares o camarillas.

Se llevará a cabo una campaña masiva de afiliación a través de las redes sociales, eventos y actividades de divulgación a sindicatos, grupos comunitarios, movimientos sociales y otras instituciones de la clase trabajadora. Se llevarán a cabo sesiones introductorias y grupos de lectura para construir una cultura política compartida y vibrante y preparar a los miembros para la participación activa en todos los aspectos de la vida del partido.

Se invitará a los miembros a organizar ramas locales, grupos de trabajo y comisiones de acuerdo con el marco estipulado en los estatutos y el reglamento del partido. Los miembros deben presentar solicitudes de estatutos que detallen su propósito, miembros fundadores y un plan de actividades básico.

El liderazgo nacional revisará y aprobará los estatutos, asegurando la alineación con los principios y la constitución del partido, y proporcionando recursos y apoyo; permitiendo un despliegue escalado, organizado (desde abajo y desde arriba), pero rápido del aparato del partido en todo el país.

Se proporcionarán guías de organización, kits de herramientas, tutoría y otros recursos (incluidos los financieros) de forma continua. Se requerirán renovaciones anuales de estatutos e informes de actividades breves y publicados durante todo el año para la rendición de cuentas y el desarrollo colectivo abierto.

IV. Redactar el plan

La comisión del programa integrará amplios aportes de los miembros, alentando propuestas y enmiendas desde abajo.

Los miembros deben ser bienvenidos a ofrecerse como voluntarios para servir en la comisión, ya sea de forma centralizada o de otro tipo, y debe haber espacio para la representación de las facciones para garantizar un programa inicial del partido que pueda, sujeto a enmiendas o rechazo por parte de la primera conferencia anual, lograr una amplia aceptación entre los miembros.

Se organizarán debates, seminarios web y reuniones regionales y locales de los miembros para debatir cuestiones y propuestas clave, durante toda la vida de la comisión, garantizando que el programa refleje la voluntad colectiva y las prioridades estratégicas de los miembros.

V. Del movimiento a la fiesta

La primera conferencia anual se convocará a más tardar en julio de 2026.

Los delegados serán elegidos de dos maneras: los grupos locales de los partidos elegirán a los delegados por representación proporcional en función del tamaño de su membresía, y los delegados en general también serán elegidos por representación proporcional a través de una votación abierta en línea.

La membresía, a través de su conferencia, es el cuerpo soberano del partido.

Los delegados debatirán, modificarán y votarán sobre el borrador del programa político, las políticas del partido, la estrategia y las prioridades, que guiarán todo el trabajo y la dirección del partido.

Las enmiendas constitucionales también serán escuchadas y votadas.

Los delegados de la conferencia elegirán una nueva dirección nacional colectiva por un período de un año, utilizando la representación proporcional consagrada en la constitución del partido. Este liderazgo implementará el programa político, será responsable y revocable por los miembros, y establecerá un comité permanente para proporcionar el liderazgo diario de la organización.

Tras la adopción del programa político y la elección de la dirección, el partido se lanzará formalmente como un partido socialista democrático unificado e impulsado por sus miembros.

Todas las campañas, posiciones públicas y prioridades se guiarán por el programa político adoptado democráticamente y estarán en consonancia con él.

Las conferencias anuales revisarán y, cuando sea necesario, revisarán o reemplazarán el programa político, enmendarán la constitución y aprobarán resoluciones sobre políticas, estrategias y prioridades.

Los delegados elegirán un nuevo liderazgo para el mandato anual.

Cada conferencia será un foro para un debate sólido, saludable y constructivo, asegurando que todos los argumentos sean escuchados y considerados, y que sus decisiones sean implementadas por el liderazgo entrante del partido.

El director nacional debe presentar un informe detallado sobre el personal y las actividades administrativas, sujeto a la aprobación o censura de los delegados de la conferencia.

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