La conversación telefónica entre Trump y Putin sobre Ucrania que ha tenido lugar esta semana está siendo objeto de preocupaciones inconfesadas en bastantes ámbitos, como veremos seguidamente. En el caso de España, lo que dice la prensa es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, (también) ha mantenido una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la que le ha trasladado el apoyo de España en la defensa de su soberanía tras el consenso que el Kremlin ha asegurado que ha habido entre Vladimir Putin y Donald Trump, para llegar a una “solución política, negociada” al conflicto de Ucrania.
Svetlana Ekimenko. Defenddemocracy.press
El pánico se apodera de los líderes europeos mientras la UE queda fuera del llamado entre Trump y Putin.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, discutieron sobre Ucrania, Medio Oriente, temas energéticos y el intercambio de ciudadanos en una llamada telefónica que duró una hora y media, reveló el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
La conversación telefónica entre Vladimir Putin y Donald Trump ha desencadenado una retahíla de reacciones por parte de los políticos europeos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, David Lammy, publicó una declaración conjunta de varios estados europeos que decía: «Nuestros objetivos compartidos deberían ser poner a Ucrania en una posición de fuerza. Ucrania y Europa deben ser parte de cualquier negociación».
El secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, afirmó que no se podían hacer conversaciones de paz «sobre Ucrania sin Ucrania».
Boris Pistorius, jefe de Defensa de Alemania, valoró el desarrollo como «lamentable» argumentando que la administración Trump había hecho «concesiones» a Rusia, al tiempo que afirmó que «habría sido mejor hablar de una posible membresía de Ucrania en la OTAN o posibles pérdidas de territorio en la mesa de negociaciones».
La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, agregó que «la paz solo se puede lograr juntos. Y eso significa: con Ucrania y con los europeos».
Además, el primer ministro polaco, Donald Tusk, declaró que «todo lo que necesitamos es la paz… Ucrania, Europa y Estados Unidos deberían trabajar juntos en esto».
Por su parte, el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Noel Barrot, insistió en que «no habrá una paz justa y duradera en Ucrania sin europeos».
Mientras tanto, el ministro de Defensa estonio, Hanno Pevkur, intervino, diciendo: «Europa está invirtiendo en la defensa de Ucrania, y Europa está reconstruyendo Ucrania con dinero de la Unión Europea, con nuestra ayuda bilateral, así que tenemos que estar allí».
Y, por último, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, pidió que los Estados miembros aceleren la producción de defensa, y añadió: «Tenemos que asegurarnos de que Ucrania esté en una posición de fuerza».