Aproximación a los datos del Barómetro que ha publicado este 17 de julio la Fundación CENTRA (el CIS andaluz) y que aporta un análisis interesante del porvenir de la izquierda otrora transformadora y actualmente enfangada con un gobierno social-liberal y militarista….
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El Barómetro Andaluz de junio de 2025 llega en un momento político complejo: con el PSOE golpeado por el ‘caso Cerdán’ a nivel nacional, ¿hacia dónde va la izquierda?
El próximo 2026, si no hay ninguna convocatoria de generales previa, las primeras citas electorales serán las de Castilla y León y Andalucía. Nuevos escenarios que irán conformando el próximo ciclo político a nivel nacional.
El Barómetro Andaluz de junio de 2025 llega en un momento político complejo: con el PSOE golpeado por el ‘caso Cerdán’ a nivel nacional, el PP de Juanma Moreno parece moverse en una zona de confort política. Su liderazgo regional no solo resiste, sino que se fortalece frente a una izquierda cada vez más fraccionada, desmovilizada y sin proyecto común.
Este estudio de opinión, realizado tras las últimas sacudidas mediáticas y judiciales que han afectado al PSOE, nos permite radiografiar una situación de fondo que va más allá de la coyuntura: la izquierda andaluza está en crisis de relato, liderazgo y coordinación.
Las intervenciones de Mª Jesús Montero desde que llegó a Andalucía como Secretaria General han hecho un flaco favor. Las últimas decisiones del ejecutivo de Pedro Sánchez con respecto a la financiación singular de Cataluña, así como al resto de manifestaciones relacionadas con la corrupción, la prostitución o las denuncias de acoso a la más alta cúpula del PSOE, no han ayudado a la candidata del PSOE en Andalucía.
Echamos un vistazo a los datos publicados. En relación con la pregunta (abierta, es decir, no se leen las opciones de respuesta) sobre quién debería ser presidente de la Junta de Andalucía, es reveladora:
- 🟦 Juanma Moreno (PP): 49,4% de los andaluces lo prefieren.
- 🔴 María Jesús Montero (PSOE): 21,5%. No llega a 1 de cada 4.
- 🟩 Antonio Maíllo (IU/Sumar): 9,2%. Sorprendente que aparezca cuando su presencia mediática en Andalucía es muy leve.
- 🟧 Inmaculada Nieto (Por Andalucía): 6,7%.
- 🟪 José Ignacio García (Adelante Andalucía): 5,0%. Parece que ni sus camisetas reivindicativas le aúpan.
Este listado encierra varias claves estratégicas:
La moderación de Juanma Moreno gana por concentración: mientras el espacio conservador y transversal andaluz se articula en torno a un único liderazgo, la izquierda se reparte entre al menos cuatro nombres.
El PSOE ya no es central: el 21,5% de Montero queda muy lejos de Juanma Moreno y ya no aglutina la representación del progresismo andaluz.
Si ya en 2022 el trasvase de voto del PSOE hacia el PP llegaba casi al 15%, ahora queda poco trasvase, pero este electorado de izquierdas se desactiva o se transfiere a otras formaciones políticas.
Es por esto que Antonio Maíllo es el único que crece: su 9,2% lo convierte en el líder más prometedor del ecosistema alternativo al PSOE, superando a otras figuras en activo desde hace más tiempo. Su regreso a la política parece estar capitalizando la necesidad de una voz clara, coherente y con experiencia.
Antonio Maíllo es una de las figuras más reconocidas de la izquierda andaluza contemporánea. Profesor de Latín, excoordinador general de IU Andalucía y actual portavoz/coordinador de Izquierda Unida a nivel nacional, Maíllo representa una línea política que combina el discurso pedagógico con una firme defensa de los servicios públicos, el ecologismo y los derechos sociales.
Su regreso a la primera línea política tras años de retirada voluntaria, lo ha convertido en un símbolo de renovación tranquila: una izquierda con acento andaluz, cultivada, institucional, pero sin perder el contacto con los movimientos sociales. Su perfil contrasta con los liderazgos más polarizantes, apostando por una política de alianzas y de recomposición progresista en un contexto de fragmentación y desgaste del espacio a la izquierda del PSOE.
Pregunta: ¿en algún momento cercano la política española optará por este escenario de moderación, diálogo y pensamiento crítico frente a lo que tenemos actualmente?
Un electorado de izquierdas desorientado
Más allá de los liderazgos, los datos del barómetro muestran que la izquierda andaluza no ha logrado reconectar con su base social:
En intención de voto, el PP lidera con un 30,5%. El PSOE cae al 16,4%, Sumar/Por Andalucía suma un 9,2% y Adelante Andalucía un 5,4%. Vox, mientras tanto, alcanza el 10,4%.
En simpatía política, la tendencia se repite: el PSOE (18,4%) es superado por el PP (25,4%) y seguido muy de cerca por Sumar (14,9%).
Y lo más importante: un 14% de los andaluces no siente simpatía por ningún partido, y más del 30% no cree que ningún partido pueda resolver los problemas de su vida cotidiana. Más desafección política generada a posta por un PSOE desnortado y beligerante.
Es decir: el bloque progresista no pierde solo votos, pierde confianza, identidad y conexión.
La ciudadanía andaluza identifica como principales problemas:
El paro (19,3%)
El estado de la sanidad pública (16,1%)
El acceso a la vivienda (10,9%)
¿Una nueva esperanza en Maíllo?
El dato de Antonio Maíllo no es solo testimonial. Su figura conjuga experiencia institucional (fue coordinador de IU y candidato a la Junta hace algunos años), capital simbólico (profesor, activista LGTBI, rostro reconocible) y una imagen de honestidad política, valor diferencial en un contexto de desconfianza generalizada. ¿Puede ser el Julio Anguita del siglo XXI?
Su ascenso debe leerse como una ventana de oportunidad para reconstruir la izquierda andaluza en torno a un liderazgo que pueda conectar emocionalmente, ordenar el espacio fragmentado y proyectar una alternativa sólida al modelo de Moreno.
Pero ese potencial depende de tres factores:
Unidad real en el espacio Sumar–IU–Adelante, no solo de pacto electoral, sino de discurso, estrategia y representación.
Capacidad de Maíllo para ampliarse al votante joven y desencantado, más allá del votante tradicional de IU.
Resistencia del PSOE a abandonar su papel central sin convertirse en un lastre electoral.
PD: Por favor, si alguien con responsabilidad en esto lo lee: izquierdas de Andalucía, España y el mundo… Organícense, siéntense. Pónganse un nombre, un logo y no nos líen más nuestros archivos, SPSS, etiquetas, grupos, agrupaciones, codificaciones y recodificaciones. ¡Vaya lío de evolutivos, estimaciones y demás…! ¡POR FAVOR!!! ¡Que no sabemos ya ni que color ponerle a cada partido!!! ¡Que horrrooooooooooooor!