Falsas esperanzas y monedas pequeñas (cómo Donald Trump y Barack Obama son dos caras de la misma moneda criminal).

Moneda dos caras con Trum y Ob ama

Mark Lesseraux. Pressenza.com

Los archivos de Epstein y el Rusiagate

El resto de la segunda mitad del ciclo de noticias occidentales de julio estará, comprensiblemente, dominado por detalles relacionados con el intento de Donald Trump de suprimir información relacionada con los «Archivos Epstein». Una historia que recibirá menos cobertura, aunque es igualmente incriminatoria, es la publicación de documentos clasificados de 2016 que muestran que el expresidente Barack Obama, el director de la CIA John Brennan y el director del FBI James Comey, entre otros, suprimieron intencionalmente los hallazgos del comité y los datos que ilustran el hecho de que «los adversarios extranjeros no utilizaron ataques cibernéticos a la infraestructura electoral para alterar el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos». (1)

En otras palabras, los más de cuatro años de propaganda antirrusa, la sensación noticiosa del «Rusiagate» que fue fundamental para crear el terreno para la fase actual de la guerra entre Rusia y Ucrania que se ha cobrado la vida de casi 2 millones de soldados ucranianos y rusos, fue un engaño fabricado a sabiendas por la administración Obama. (2)

MAGA, Esperanza, Cambio y Transparencia

Tanto Barack Obama como Donald Trump entraron y se postularon en sus respectivas carreras presidenciales con la promesa central de que contrarrestarían y/o anularían la agenda neoconservadora de Washington, centrada en la guerra y obsesionada con el gasto. Tanto Obama como Trump jugaron con las «esperanzas» de los estadounidenses de clase media, prometiendo «transparencia» y «cambio» que «haría que Estados Unidos volviera a ser grande».

La duplicidad de Obama

En el caso de Obama, el engaño estuvo en juego desde el comienzo de su primer mandato en el cargo, en el sentido de que estaba fuertemente respaldado financieramente y, en consecuencia, en deuda con Wall Street y la maquinaria de guerra neoconservadora desde el comienzo de sus 8 años en el cargo. De hecho, la dedicación de Obama al plan de guerra neoconservador (EE.UU. entró en 8 de las 17 guerras en las que ha participado en el siglo XXI durante los 2 mandatos de Obama) fue casi inquebrantable a lo largo de sus 2 mandatos. (3) Al nombrar a conocidos halcones de la guerra como John Brennan como director de la CIA y Victoria Nuland como Secretaria de Estado Adjunta/Jefa de Asuntos Europeos, Obama, que ahora es conocido en todo el mundo del Medio Oriente como «El Carnicero de Libia», aseguró la continuación del plan Wolfowitz-Cheney-Rumsfeld para llevar múltiples guerras al Medio Oriente y perpetuar la demonización de Rusia de la era de la Guerra Fría. que fue una táctica en la que Donald Rumsfeld insistió durante todo su mandato en el gobierno. (4),(4a)

La duplicidad de Trump

En el caso de Trump, aunque prometió el fin de las guerras perpetuas y el gasto excesivo del gobierno, en sus primeros cinco meses en el cargo, Trump ha presidido el bombardeo de Irán sin ninguna provocación, utilizando el clásico mantra de las «armas de destrucción masiva» de la era Bush Jr. como excusa. Trump también es el primer presidente en aprobar un presupuesto de gastos de defensa de un billón de dólares después de declarar varias veces que estaba considerando «reducir el presupuesto de defensa a la mitad» cuando se postulaba para el cargo. (5) Además, Donald Trump ahora está suprimiendo activamente información relacionada con el caso de Jeffrey Epstein que involucra el abuso sexual de cientos de niños no adultos. Su supresión de los archivos de Epstein se produce después de 3 años de promesas por parte de su administración y del propio Trump de que los documentos de Epstein se publicarían cuando fuera elegido presidente en 2025.

La moneda de dos caras

Estamos en un punto ahora como país, como cultura, en el que simplemente no podemos darnos el lujo de seguir cometiendo el mismo error clave que hemos estado cometiendo durante décadas. Los entrelazados sistemas electorales y financieros estadounidenses (y europeos), que están directamente vinculados con el complejo industrial militar occidental y los medios de comunicación occidentales «convencionales» de propiedad privada, están, a partir del siglo XXI (posiblemente más largo), interconectados de una manera que extrae riqueza y poder de la población en general para que una minoría extremadamente pequeña de multimillonarios pueda aumentar continuamente sus márgenes de beneficio y su influencia. Si desea obtener más detalles sobre exactamente cómo y por qué esto es así, consulte este artículo que escribí hace dos semanas: https://www.pressenza.com/2025/07/all-wars-are-bankers-wars/

En otras palabras, si confías en los políticos de cualquiera de los partidos Republicano o Demócrata actualmente establecidos para promulgar un cambio serio que te ayude a ti y a tu familia, te estás engañando a ti mismo. En serio, siento que tengo que transmitir esto directamente aquí: en esta coyuntura, eres un tonto si no ves que el sistema está amañado y que ambos lados de la moneda política estadounidense propiedad de los donantes (el Unipartido Estadounidense) son inútiles en lo que respecta a ayudar al público estadounidense. Estás operando en la ignorancia si todavía estás jugando el juego del «equipo rojo» – «equipo azul» en este punto.

La forma de salir de esta situación será a través de nuestra unión, no a través de nuestro continuo choque mutuo sobre lo que en última instancia son cuestiones secundarias en comparación con evitar una guerra mundial/nuclear innecesaria. Para más detalles sobre el Unipartido Americano y la posibilidad de que la izquierda progresista y el movimiento MAGA se unan, ver los siguientes 2 artículos:

1-https://www.pressenza.com/2024/03/the-birth-of-the-american-uniparty-and-the-rise-of-the-multi-polar-world-order/

2-https://www.pressenza.com/2024/11/where-the-maga-movement-and-the-progressive-left-coincide/

a verdad del asunto es que los cuatro presidentes del siglo XXI deberían estar en la cárcel. Desafortunadamente, otro aspecto del sistema amañado es que los ricos y los que detentan el poder no son castigados por crímenes que resultan en la muerte de millones de personas o que involucran el abuso sexual de cientos de niños o que implican el uso de privilegios políticos para absolver a los miembros de la familia de la responsabilidad por crímenes que nos habrían llevado a usted y a mí a la cárcel de por vida si los hubiéramos cometido.

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