La ARMH denuncia que gastar más de treinta millones de euros en un lugar inaccesible con transporte público es un derroche innecesario, además de que la permanencia en el Valle de la Iglesia Católica da continuidad al proyecto del dictador Francisco Franco y mantiene la alianza de los benedictinos con el Estado.
COMUNICADO
Tercerainformación.es
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) considera lamentable la actuación que el Gobierno pretende llevar a cabo en el Valle de los Caídos. La ARMH, que pidió la suspensión del certamen y del concurso de ideas propuesto para “resignificarlo”, considera incomprensible una nueva actuación arquitectónica en ese lugar cuando lo que se necesita es simplemente explicarlo con paneles que contengan documentos históricos que expliquen para que ordenó construirlo el dictador, cómo se hizo, quién lo hizo, cuáles fueron las empresas que se beneficiaron del uso de esclavos políticos, testimonios de quienes fueron obligados a trabajar en él.
El presidente de la ARMH, Emilio Silva, que ha participado en decenas de visitas educativas al Valle de los Caídos, considera que “se trata de una actuación superflua, que no es necesaria para aportar el conocimiento del significado y las representaciones del monumento y que incomprensiblemente va a llevar a cabo una inversión de decenas de millones de euros en un lugar alejado al que no se puede acceder con transporte público”.
La ARMH ha criticado desde el principio cualquier actuación arquitectónica y ha reclamado desde hace muchos años una exposición permanente que no necesita muchos recursos económicos para permitir entender el monumento. ”De qué sirve gastar ese dineral en una intervención cuando los guías turísticos que son quienes transmiten la visión del monumento a la mayoría de los visitantes manejan a menudo discursos que blanquean la historia del monumento y del franquismo y no son personal formado y acreditado por instituciones como sí lo son los guías de los campos de concentración del nazismo.
La asociación que inició en el año 2000 la búsqueda científica de republicanos desaparecidos por la represión franquista considera intolerable la permanencia de los monjes benedictinos en el recinto cuando gestionan sin concurso público una hospedería que tiene entre sus principales usuarios a grupos ultraconservadores de la iglesia católica y estrechar relaciones con embajadas como la de Hungría que lideran en Europa la restricción de derechos. ”Para los monjes la hospedería es un centro de poder que les permite ser anfitriones de los sectores más reaccionarios de la derecha que pretende debilitar la democracia y todo eso lo hacen con recursos públicos del Estado. El Gobierno ha calificado de valiente el proyecto de resignificación cuando se mantiene la presencia dominante de la iglesia católica y se valida de ese modo una decisión del dictador”, añade Silva.
Además, el Gobierno ha difundido la idea de que el proyecto ha recibido la unanimidad de los votos pero de un comité en el que los familiares que tienen dentro enterrados a sus seres queridos no han tenido derecho a opinar y a decidir, que son quienes tienen a sus seres queridos en las criptas y han sido apartados del proceso. Quien sí ha tenido voz y voto ha sido un representante de la iglesia católica que ha sido privilegiada en su participación en el proceso.
“Valiente hubiera sido”, explica Silva, “si el Gobierno hubiera invertido ese dinero en un museo dedicado a las víctimas de la dictadura, en un espacio bien comunicado y sin interferencias de la iglesia católica que narrase quiénes fueron las víctimas y quiénes fueron sus verdugos”. Y concluye: “Todavía tenemos una democracia que hace un museo a las víctimas del terrorismo que dedica una de sus plantas a contar quiénes fueron sus verdugos pero no hay voluntad política para crear un espacio similar que denuncie a los criminales de la dictadura, rinda homenaje a sus víctimas y se encuentre en un lugar de fácil acceso. El memorial del Valle de los Caídos es potencialmente fallido y sería mejor que el Gobierno gastara ese dineral en buscar a las familias de los miles de cuerpos que ha exhumado y por una metodología equivocada no ha identificado”.

