COMUNICADO
La salud es un bien esencial de los seres humanos y su protección, un derecho de ciudadanía y una obligación de los poderes públicos.
Cientos de personas en el País Valenciano, miles en todo el estado español, sufrimos cada día las consecuencias de una sanidad pública debilitada: presupuestos insuficientes, listas de espera crecientes, centros de salud desbordados, hospitales con carencias manifiestas y profesionales agotados.
Las administraciones autonómicas, responsables de su gestión, han hecho una dejación escandalosa de funciones o han aplicado recortes que han precarizado aún más el acceso a la asistencia sanitaria. Lo que ha supuesto: demora en diagnósticos vitales (programas de cribado de cáncer de mama); recortes en derechos por falta de medios para llevarlos a cabo (el aborto); hospitales comarcales o centros de salud rural sin profesionales, por la precariedad de los contratos o las malas condiciones de trabajo; favores a la sanidad privada, a base de mantener o incrementar las concesiones sanitarias (el Baix Vinalopó) o derivando lista de espera.
En el País Valenciano, esta mala gestión se ve agravada por la permanente infrafinanciación que padecemos con respecto a otros territorios y que lastra el desarrollo de nuestros servicios públicos.
Mientras la Sanidad Pública se deteriora, la Sanidad Privada no hace más que aumentar sus beneficios, incrementando sus pólizas de seguro o gestionando paquetes enteros de listas de espera.
Necesitamos una sanidad pública que preste una atención sociosanitaria integral, inclusiva, de calidad, adaptada a las necesidades de cada persona y grupos más vulnerables.
Por eso, del 3 al 9 de noviembre salimos a la calle. Porque lo público salva vidas, las de tu familia, las de tus amigos, la tuya. Porque tu derecho a la protección de la salud está en juego.
Para exigir a la Generalitat Valenciana
Reducción de las Listas de Espera. Una gestión eficaz de las listas de espera, con implicación profesional depurando y priorizando su acceso. Con transparencia y con la buena gestión de todos los recursos y su empleo a pleno rendimiento.
Fortalecer Atención Primaria y mejorar su accesibilidad. La Atención Primaria es donde se resuelven más del 80 % de los problemas de salud de la población. Los sistemas sanitarios basados en la Atención Primaria son más equitativos, de mayor calidad y más eficientes. Queremos centros de salud accesibles con citas sin demora y con profesionales suficientes y motivados, que presten una atención integral y cercana y con tiempo suficiente en la consulta.
Promover Hospitales a pleno rendimiento. Queremos hospitales al 100%. No se pueden permitir plantas cerradas, quirófanos vacíos o servicios sin especialistas. Los hospitales públicos tienen que funcionar con todas sus capacidades para atender con dignidad a cada paciente, sin derivaciones innecesarias ni retrasos que cuestan vidas.
Atención Urgente a la Salud Mental. El abandono secular de la salud mental se ha visto agravado por la pandemia de la COVID y la falta de horizonte de futuro entre los jóvenes. Es necesario desarrollar el modelo comunitario de Atención en Salud Mental. Lo que significa que las personas usuarias sean protagonistas en su recuperación, reciban atención en su entorno, la atención se preste por equipos comunitarios sanitarios y sociales coordinados y las intervenciones terapéuticas y los escenarios asistenciales sean poco restrictivos.
Recuperar lo privatizado. La salud no puede ser un negocio. Exigimos que los recursos y servicios que se han entregado a empresas privadas vuelvan al sistema público. La sanidad debe servir a las personas, no a los beneficios. Reversión ya del Baix Vinalopó. Exigimos la derogación de la Ley 15/1997 que abrió la puerta a la privatización de la sanidad.
Impulsar la dedicación exclusiva de los profesionales sanitarios. Los profesionales sanitarios del sistema público deben poder dedicarse plenamente a sus pacientes sin presiones ni dobles agendas. La dedicación exclusiva garantiza que su esfuerzo esté centrado en mejorar la sanidad pública, lo que requiere incrementos salariales acordes con su compromiso profesional.
Potenciar la Salud Pública. Necesitamos un sistema integrado de salud pública que vigile, prevenga, proteja y promocione la salud: análisis de determinantes sociales, campañas de vacunación, detección precoz de enfermedades, control de epidemias, educación para la salud. Y que afronte nuevos retos como el cambio climático y el aumento de desigualdades.
Desplegar la participación ciudadana. La implicación de la población es fundamental para defender la salud, adaptar el sistema a sus necesidades reales, evitar sufrimiento, reducir costes innecesarios y garantizar la equidad en salud. Los Consejos de Salud de Zona Básica, por limitaciones que tengan, han quedado apartados por la Conselleria de Sanidad.
Fomentar nuestra lengua. La capacitación técnica y lingüística son factores que tienen una relación directa con la calidad de la asistencia para identificar y trata los problemas de las personas atendidas. Los servicios públicos dependientes de la Administración han de garantizar la competencia lingüística de todas las personas que atienden al público en la sanidad pública.
Por eso hacemos un llamamiento a todas las organizaciones ciudadanas, sindicales, profesionales y políticas para que, en cada lugar (barrio, centro de trabajo, pueblo…) se organicen actos informativos, mesas de debate, concentraciones en la puerta de los centros…Que culminen con manifestaciones o concentraciones en las principales ciudades de nuestra Comunidad, para defender una sanidad pública, universal y digna para todos y todas. La fuerza está en la unión entre ciudadanía y profesionales sanitarios. Juntos lo podremos conseguir.
MUÉVETE por la Sanidad Pública SALVEMOS la Sanidad Pública
